Cuidado con las cláusulas de las CGC que regulan la IA generativa

Cuidado con las cláusulas de las CGC que regulan la IA generativa

El proveedor de servicios de correo electrónico Mailchimp, actualmente propiedad de Intuit, tiene intención de modificar de nuevo sus «Condiciones de uso estándar». Las nuevas condiciones otorgarán a esta empresa amplios derechos de utilización de IA generativa, trasladando al mismo tiempo toda la responsabilidad a sus clientes. En la práctica, los usuarios europeos no podrían utilizar Mailchimp con IA generativa.

Las nuevas disposiciones sobre el uso de IA generativa figuran en el Capítulo VI Punto 30 (hasta la fecha disponibles únicamente en inglés). Comienzan de manera más bien inocua, indicando que Mailchimp podría ofrecer el uso de IA generativa para ayudar a sus usuarios a crear campañas u otros contenidos, analizar su rendimiento y organizar contactos, entre otras cosas.

Según Mailchimp, es responsabilidad del usuario asegurarse de que las indicaciones que emplee en sus modelos de IA sean apropiadas y estén autorizadas conforme a las CGC. Se permite, en cambio, que los resultados de la IA puedan, en cualquier momento y por cualquier motivo, ser inexactos o inadecuados para su uso. Mailchimp no garantiza en modo alguno que los contenidos generados estén libres de errores o distorsiones.

Mailchimp traslada la responsabilidad a los clientes

Según Mailchimp, la responsabilidad exclusiva sobre los contenidos generados por IA recae en el cliente. Este estaría obligado no solo a verificarlos antes del uso, sino también a asegurarse de que dispone de los derechos necesarios. Entre otras cosas, según las CGC, el usuario debe asegurarse de que el uso que haga de los resultados generados no vulnere la propiedad intelectual o los derechos de propiedad de Mailchimp ni de terceros.

Además, el usuario debe aceptar que es posible que los resultados generados no puedan protegerse mediante el derecho de autor u otros derechos sobre propiedad intelectual, derechos de propiedad u otras leyes. En determinadas circunstancias, deberá incluirse en la campaña una exención de responsabilidad que comunique a los usuarios finales que el contenido en cuestión puede contener errores y debería ser verificado de forma independiente.

Además, los resultados de la IA generativa, por principio, no serían únicos. Es decir, el modelo de IA puede generar y/o proporcionar resultados idénticos o similares para otros usuarios.

Por otro lado, Mailchimp se reserva el derecho a utilizar los servicios de determinadas terceras partes para proporcionar modelos de IA, incluyendo la generación de resultados, así como el procesamiento y almacenamiento del material introducido y generado en entornos de alojamiento privados. A su vez, dichos terceros también pueden acceder al material introducido y generado, así como utilizarlo y almacenarlo, conforme a sus respectivas condiciones y políticas de protección de datos.

Claramente incompatible con el RGPD

A continuación llega lo realmente preocupante: quien utilice la IA generativa en Mailchimp renuncia prácticamente a todos sus derechos. Al utilizar el Modelo de IA, al proveedor de servicios se le otorga una licencia mundial, no exclusiva, irrevocable, transferible, libre de cargos, totalmente pagada y sublicenciable por niveles para acceder, usar, modificar, mostrar, publicar, distribuir, copiar y procesar el material introducido y generado, así como usarlo como fuente o crear trabajos derivados del mismo, junto con cualquier propiedad intelectual incluida o incorporada en él, para cualquier propósito, incluido el desarrollo y mejora del modelo de IA, y para los fines establecidos en la declaración de privacidad global de los datos de Mailchimp.

Pero eso no es todo: según las nuevas cláusulas de CGC, Mailchimp puede utilizar el material introducido y generado, incluidos los datos de clientes, para el aprendizaje automático, para desarrollar y mejorar el modelo de IA, los servicios y productos o funciones similares. Y además, aclara específicamente que es el usuario el que «nos solicita que procesemos los datos de los clientes para estos fines». Y aunque es cierto que se pueden establecer preferencias sobre el uso de los datos en la configuración de la cuenta, llegados a este punto, queda claro que el servicio sobrepasa claramente los límites para cualquier usuario sujeto de un modo u otro al RGPD.

A todo ello le siguen aún advertencias de que los modelos de IA no se ofrecen en todos los idiomas o para todos los grupos destinatarios, y se indica que Mailchimp podrá, además, modificar, suspender, poner fin o limitar en mayor medida la utilización, en cualquier momento y sin previo aviso. Todo ello, naturalmente, sujeto a cambios en la regulación y la legislación.

Retarus: comprometidos con la seguridad

Los servicios de Retarus están orientados a usuarios empresariales, aunque en cierta medida se solapan con los de Mailchimp en lo que respecta a Transactional Email y WebExpress. Utilizamos la IA allí donde lo consideramos apropiado: actualmente, y sobre todo, en el aprendizaje automático en materia de filtros de nuestra Email Security. De este modo, podemos garantizarle que los contenidos y datos de sus clientes seguirán siendo íntegramente de su propiedad y que prestamos nuestros servicios de manera plenamente conforme al RGPD.

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