Los plazos para el desmantelamiento de la Red Telefónica Conmutada (RTC) en EE.UU. y Europa están cada vez más cerca, por lo que es urgente que las empresas migren sus comunicaciones de voz a IP (dado que todas las centrales telefónicas dejarán de estar operativas en breve). Sólo un apunte: la desconexión afecta tanto a EE.UU. como a todos los países de Europa. Es importante que las empresas sean proactivas y sustituyan lo analógico por lo digital cuanto antes.
Si bien algunos países todavía no han establecido los plazos para el cambio, en España, la empresa Telefónica y su proyecto FARO han fijado ya un rumbo diferente. En un principio, Telefónica había planificado dejar de utilizar sus redes de cobre el 19 de abril de 2024, la fecha de su centenario. Finalmente, el proyecto se alargará hasta marzo de 2026, aunque la mayoría de las centrales que todavía siguen activas se cerrarán antes de finales de este año. Para las empresas españolas, el cierre de 8.532 centrales implica que las líneas de cobre dejarán de estar operativas y que toda la comunicación de voz deberá migrarse a IP. Es posible que se pase por alto una consecuencia imprevista: la comunicación por fax.
En España, las líneas analógicas todavía se utilizan masivamente para la comunicación por fax del gobierno o en empresas del sector financiero, industrial o de otros mercados. Dado que Telefónica gestiona toda la red española de cobre, el cierre de las centrales significa que las empresas ya no podrán enviar ni recibir faxes, independientemente del proveedor de telefonía que utilicen. Esto significa que ha llegado el momento de la verdad, y que las organizaciones necesitan planificar e implementar nuevas soluciones –basadas en la nube– capaces de ofrecer fax sobre IP.
Otras fechas clave en el mundo
No existe una fecha única ni ningún mandato global, por lo que el desmantelamiento de la tecnología heredada es un proceso que los operadores y proveedores de telecomunicaciones vienen arrastrando hace tiempo. Los países, y más específicamente las empresas, han optado por definir sus propios plazos.
Sin embargo, no todos los países, ni todos los operadores, van a desmantelar por completo la RTC. En algunos países, las líneas analógicas podrán seguir siendo utilizadas por los clientes existentes, pero la tarificación de esta tecnología suele haberse liberalizado. Básicamente, esto significa que el precio de instalación, uso y mantenimiento será cada vez más caro.
En los EE.UU., la FCC emitió un mandato federal relativo al desmantelamiento de la RTC a finales de 2022, por el que los proveedores estaban obligados a reemplazar las líneas «POTS» (Plain Old Telephone Service) por un servicio alternativo, con una solución digital. Esto ha hecho que muchos proveedores y empresas de telecomunicaciones hayan suspendido sus funciones de mantenimiento y soporte para dichos servicios.
En Francia, Orange, de manera similar al proceso que ha tenido lugar en España, ha anunciado el final de las líneas telefónicas fijas y ha dejado de ofrecer nuevas suscripciones para este servicio. Hasta 2030 estarán transfiriendo a digital todas las líneas analógicas del país.
En Reino Unido se prevé que la desaparición de las líneas «POTS» se haya completado para diciembre de 2025. Para esa fecha, las redes telefónicas públicas conmutadas (RTPC) y la infraestructura asociada a ellas dejarán de estar totalmente operativas.
En el caso de Canadá, la mayoría de los proveedores de telecomunicaciones ya no instalan nuevas líneas telefónicas de cobre. El proceso empezó en el año 2023 y, desde entonces, prácticamente todos han retirado sus redes de cobre. Además, han dejado de ofrecer Internet DSL puesto que este servicio se proporciona a través de líneas de cobre. Asimismo, los operadores de Tier-1 están indicando a sus clientes en América del Norte –y en todo el mundo– que dejen de utilizar el servicio de acceso a Internet TDM (T1, T3/45, etc.) y las líneas «POTS». Los principales agentes del sector como Bell Canada y TELUS International han cesado oficialmente el uso del cobre.
En Australia y Nueva Zelanda, el servicio telefónico fijo se interrumpirá 18 meses después del despliegue de la banda ancha. A pesar del anuncio de la eliminación, los plazos y la fecha final específica no quedan claros.
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