Los días en los que las empresas dependían exclusivamente de dispositivos de hardware para garantizar la seguridad de su correo electrónico están llegado a su fin. Cada vez se escucha más en el mercado que los proveedores presionan con mayor insistencia a sus clientes para que cambien las soluciones locales por modelos basados en la nube. Pero este cambio es mucho más que un simple cambio operativo: Ofrece la oportunidad perfecta para reevaluar no sólo el modelo de despliegue, sino también a los proveedores, y elegir una solución que ofrezca más seguridad y flexibilidad en la gestión de la infraestructura de correo electrónico a largo plazo.